3.4 La casa de contratación

martes, 20 de enero de 2009
Un aspecto importante de la época de los descubrimientos en el siglo XVI, fue el control de las comunicaciones y el monopolio exclusivo del comercio marítimo, que fue ejercido por los reyes católicos de España. Por ello, hacen circular una cedula en donde indicaban que nadie podía pasar a las tierras descubiertas sin una real licencia, todo esto se realizó en la Casa de Contratación de las Indias Occidentales, creada en Sevilla en 1503. Esta institución fue el centro administrativo del entramado mercantil (es decir, las diferentes conexiones comerciales), era el encargado de organizar el tráfico marítimo y proporcionar apoyo técnico a los navegantes que realizaban viajes. De igual forma, también era un establecimiento de carácter mercantil dedicado al registro de las actividades comerciales en América, del control de pasajeros, el nombre de los escribanos de la nave, de los mandos de las flotas y algunas veces como tribunal de justicia.

Además de sus funciones administrativas y económicas tuvo misiones directamente con la náutica, ya que contribuyó a realizar el primer cargo técnico como el del piloto mayor creado en 1508 para examinar a los pilotos y supervisar los instrumentos que debían ser usados en las travesías. En 1523 hubo otro nuevo cargo, el de cosmógrafo que llegó a sustituir al anterior en todos los asuntos relacionados con las cartas de marear y los instrumentos náuticos.

La Casa de Contratación exigía a los pilotos que viajaban una especie de programa de estudios basados en conocimientos básicos de geografía, para las observaciones y determinar la altura del sol sobre el horizonte, del uso de y construcción de cartas de marear y el conocimientos de instrumentos como el astrolabio, la ballestina y el cuadrante.

La Casa de Contratación fue una institución que desarrollaba la cosmografía y la náutica. Sin embargo la decadencia de los estudios náuticos había sido una de las funciones características de las carencias de la casa de contratación, que impulsó diversos intentos por establecer un centro de formación de pilotos que sirvieran para disminuir en alguna medida la deficiente actuación docente de la mencionada institución, muchos intentos sin éxito se sucederían en este sentido hasta que en 1679, el Consejo de Indias solicitó al consulado de comercio y a la universidad de mercantes para que procedieran a la fundación de otro colegio de este tipo en Sevilla, el Colegio de San Telmo. Este se convirtió en un centro de estudios náuticos que pretendía llenar las carencias de la enseñanza de la Casa de Contratación.

Esta información fue tomada de una lectura de:[1] González González, José Francisco. “Del ‘Arte de Marear’ a la navegación astronómica: técnicas e instrumentos de navegación en la España Moderna”; Cuadernos de Historia Moderna. Anejos, 2006,V,135-166

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